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Primera Liga de Naciones en Trinquete

La primera edición de la Liga de Naciones en Trinquete se llevó a cabo en París, Francia, desde el 22 al 28 de setiembre pasados.

Participaron de la misma 200 pelotaris de 13 países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Italia, México, Paraguay, Perú, Portugal y Uruguay) en 7 disciplinas (Mano Individual, Mano en Parejas, Paleta Cuero, Paleta Goma Femenina, Paleta Goma Masculina, Xare y Handi Pelota) en 3 canchas. Handi Pelota (Pelota Adaptada) es incluída por primera vez en una competencia oficial de la FIPV.

La delegación de la Federación Uruguaya de Pelota (FUP) que estuvo rodeada de algunas polémicas en la preparación para esta competición, participó solamente en tres disciplinas: Paleta Cuero, Paleta Goma Femenina y Paleta Goma Masculina.

La mejor actuación la obtuvo en Paleta Cuero, en la que la pareja conformada por Manuel Pelúa y Gastón Dufau dejó una excelente imagen, disputando las semifinales y cayendo ajustadamente ante España en tres sets (15-8, 11-15 y 10-7), y luego obteniendo el Cuarto Puesto, tras caer ante la durísima pareja argentina de Andreasen y Villegas también en tres sets, 15-14, 12-15 y 5-10.

La actuación en las disciplinas Paleta Goma Femenina y Paleta Goma Masculina fue menos afortunada, obteniendo en Damas un quinto lugar al vencer a Chile, y en la categoría masculina el sexto lugar, habiendo sido eliminados por Paraguay en cuartos de final.

Estos resultados vuelven a arrojar dudas sobre si se trabajó de la manera más adecuada, si los responsables técnicos de la misma son los más idóneos, si el relacionamiento con los jugadores es el ideal, si el criterio de selección fue adecuado, y si la competencia interna tiene la seriedad requerida de cara a preparar a nuestros jugadores para instancias de alta competencia como esta.

Vale recordar que la Federación Uruguaya de Pelota ha estructurado los torneos masculinos de goma de manera bastante debatible, eliminando en algún caso los ascensos y descensos. También que habrían surgido algunos problemas de relacionamiento entre los jugadores seleccionados y el responsable técnico. Allegados nos han mencionado que algunos jugadores de la selección la habrían abandonado por diferencias con el técnico, y que luego habrían sido convencidos de regresar, mientras que otros destacados jugadores no eran tenidos en cuenta.

Por su parte la categoría femenina sencillamente no existe, no hay competencia interna en Goma que ayude a foguear a las jugadoras, ni a conocer el nivel real de todas las pelotaris uruguayas ya que para saber quienes son las más calificadas para representar a la federación internacionalmente lo primero sería verlas competir entre sí. El proceso de selección ha sido criticado por diferentes delegados de clubes por ser arbitrario, habiéndose citado a la pre selección a un porcentaje importante de jugadoras que desconocen esta especialidad, perdiendo el escaso tiempo de preparación disponible en «enseñar» a jugadoras de Pelota Olímpica a jugar Goma, a cómo pegar o cómo pararse, en vez de optimizar la preparación con jugadoras ya probadas internacionalmente. Allegados nos han comentado en reserva que la selección estaba para ellos «cantada» desde antes de formar la pre selección, que esta pre selección se trató de un mero formalismo, y que la ausencia de competencia oficial en Goma Femenina en cierta forma evita que quede en evidencia que quizás no nos están representando las mejores.

También la elección del «técnico-seleccionador» debería cumplir con ciertos estándares de excelencia, y reconocimiento que según algunas extendidas opiniones no existieron, ni existen, habiendo en el país recursos humanos con mayor trayectoria internacional como técnicos y/o como jugadores que darían a las/los pelotaris seleccionados un mejor apoyo y experiencia.

También cabe reflexionar sobre por qué no se participó en otras disciplinas, ya que de las siete posibles solamente se participó en tres. Un claro ejemplo es Mano, individual o en parejas, tratándose de una especialidad de larga tradición en la que nuestro país ha destacado, obteniendo en el pasado campeonatos mundiales, aunque tampoco extraña la no participación en esta especialidad, ya que recibe nula atención por parte de la Federación.

Ojalá esta experiencia sirva para tomar nota y corregir el rumbo, pensando en que tenemos en el horizonte otras competencias internacionales importantes, y una responsabilidad histórica, en un deporte en el que Uruguay fue reiteradas veces protagonista, y tiene el material humano para volver a serlo.